Mucho se ha hablado y
teorizado sobre las repercusiones a nivel mundial, monetario, político, que van
a haber a causa de esta pandemia por la que estamos atravesando, y en la que
quedó demostrada la inefiencia volutaria de los sistemas Estado-nación, a la
hora de enfrentar este desafío biológico. La apuesta por la ineficiencia
voluntaria va de la mano con la reaparición de las formas más avasalladoras y
tiránicas de las hegemonías políticas de ejecutar el poder: hacer morir y dejar morir, en una
inversión de la clásica forma anatomopolítica típica de los sistemas
neoliberales de hacer vivir y dejar morir (fórmula que se aplica a partir de
una concepción marxista de lxs sujetxs, de lxs que se extrae una fuerza de
trabajo para hacer funcionar los medios de producción, y lueg, al haber un
cerpo fatigado y del cual no se puede extraer ninguna instrumentalización
funcional al sistema, es desechado, con un sistema de salud precario y un
sistema de pensiones que en nuestro pais es uno de los peores del mundo). En el
estado actual de las cosas, el salto y el juego de los sistemas políticos en la
mayoría de los paises neoliberales ha consistido en paquetes de medidas
insuficientes y a destiempo, priorizar la estabilidad del mercado, resguardar
las empresas, zanjar alzas en los productos de necesidad básica, aparentar
normalidad inicialmente y luego generar pánico colectivo con el riesgo del
desabastecimiento, lo que lleva a las personas a un nuevo nivel de
individualismo tardío. Ya no importa la
vida de lxs otrxs, sólo importa asegurar la mía, convirtiendose unx mismx a la
vez un tirano que deja y hace morir a otrx, convirtiendonos en un microestado
inmunitario.
Hay autores que plantean que con
esta crisis el capitalismo se va a fortalecer, otros que plantean que se va a
implantar a niveles masivos una sociedad policial de hipervigilancia, como
ocurre en China, donde los dispositivos tecnológicos de rastreo e
identificación implantados para reducir la criminalidad fueron herramientas
útiles para enfrentar y frenar el contagio a nivel nacional. Cualquiera de
estas salidas ideológicas a cualquier libertarix le resultaría peligrosa, e
insuficiente, puesto que ambas se amparan en principios propios del
neoliberalismo – el mercado y la vigilancia-, y que a la vez podrían tener
repercusiones tanto en las pocas libertades individuales, como a nivel legal,
de privacidad, de exacerbación de las lógicas capitalistas de mercado, y un
montón de otras repercusiones que podemos extraer. Además de lo tristemente
conveniente de pensar en que en este territorio apodado Chile se implante un
sistema de hipervigilancia, considerando el contexto de tensión política que se
viene arrastrando desde Octubre, y que fue opacado por esta crisis sanitaria
mundial. No sería de extrañarse que se usara esta crisis para intentar suprimir
toda revuelta, toda potencia subversiva o disruptiva, que se actualizara el
modelo hacia formas más agresivas de invasión a la privacidad y al control de
los espacios públicos. Pero… en un momento específico en el que el modelo está
ad portas de actualizarse, es justamente cuando más débil se encuentra, porque
se hacen más visibles los delicados hilos frágiles y débiles en los que el
modelo se mantiene, y aparece insuficiente, aparece colapsado y superado por
las realidades que aparecen y que le exceden. EL modelo tiembla y busca
fortalecerse, y es de esas debilidades que han costado miles de vidas, que han
devastado a la naturaleza con el extractivismo depredador, que han pausado a
los modos de producción y han encarecido a pueblos enteros que ya vivían bajo el
yugo de la explotación, de las que podemos agarrarnos para volver a levantar
las consignas que históricamente el movimiento anarquista ha presentado como
salida a los modos de vida (post)capitalistas. En vez de reproducir la figura
individualista del microestado que hace y deja morir a otrx, fomentar las redes
de contacto, de abastecimiento, construir espacios de salud comunitaria, salir
del aislamiento del trabajo asalariado y la propia individualidad para
construir de manera colectiva nuevos modos de habitar desde el cuidado mutuo,
la preocupación y el afán de autonomía de esos mecanismos políticos de poder
que constantemente demuestran su indiferencia para con nuestras vidas. Vidas
que esta crisis inmunitaria nos puede permitir recuperar y reconstruir mas allá
de las lógicas capitalistas de existir, allá en la libertad.
Amapola- o Brígida Contreras
Para Boletín Sedición, de la Asamblea Libertaria Cordillera, link de descarga: https://lapeste.org/2020/04/boletin-sedicion-no1-abril-2020-publicacion-de-la-asamblea-libertaria-cordillera/
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