Todo el sistema filosófico tradicional ha sido construido, pensado e impuesto desde un mito inicial, cuyo responsable fue Platón. En su libro República presenta un proyecto político, amparado en su manera de concebir la naturaleza humana, el alma, el lugar de cada quién en la sociedad, y una supuesta teleología o finalidad a la que debiese llegar la especie humana: poder acceder lo más cercana y verdaderamente posible al Plano de las ideas perfectas. Plano en el que todas las almas habitaron antes de que los corceles que las llevaban se descarriaran y cayeran en un cuerpo en el plano material. Ahora bien, si la finalidad del alma en los cuerpos es poder volver a este Plano en el que todo era verdadero, se corresponde para el autor griego el desprecio de todo aquello que pareciera alejarnos de la Idea de las cosas. Lo que nos alejaría sería la imitación, el simulacro, el falso pretendiente, y, por qué no recordarlo, todo lo que pueda alimentar la parte concupiscible, sensible y pat...