Ir al contenido principal

El mundo como ausencia y proximidad: interrupción y potencia

 El presente informe de lectura pretende abordar un tema que trabaja Blanchot en su apéndice “las dos versiones de lo real” respecto de la cercanía, comprendida como lo que es a la vez distancia. Este autor hace una especie de vuelco a toda la tradición filosófica tradicional occidental, que se enfrascó por siglos en la relación entre sujeto e imagen, para dar una connotación de inmediatez y de presencia respecto de la imagen y lo que aparece.

Este vuelco se encuentra en la incorporación de una nueva lectura que el autor hace de la imagen y su relación con la semejanza, para mencionar que, de hecho, la imagen es lo que deshace, lo que hace des-aparecer desde su re-aparición. En vez de generar un vínculo intersubjetivo de Verdad en torno a la percepción y el objeto, apuesta por esa distancia entre lo que se aparece, haciendo una apertura en el campo de la percepción y construcción de una identidad que, en este caso, está marcada por la imposibilidad, la huida, y la combinación entre la fascinación y el horror por esa cercanía que es a la vez un régimen inacabado de distancia.

Siendo una especie de derrumbe simbólico de la era filosófica de la iconoclastia y el régimen totalitario de la Verdad, la apuesta es a contemplar la imagen como recordatorio de la imposibilidad, la ausencia, eso que no se muestra que sostiene eso que aparece. Una relación no inmediata, sino de movimiento, en la que el mundo ya no es representación, sino que la sospecha de lo que no se puede encontrar, enfrentándose al desamparo en el que no hay nada fijo, ni eterno ni inmutable. Lo que aparece es el fantasma avasallador que silencia todo lo que hay de ausente, en contraposición con lo que toda la tradición filosófica había enunciado y estructurado. Y es en ese juego siempre inacabado entre la vecindad y la incertidumbre que pretendemos enfocarnos, ya que, cuando nada es, en el fondo todo podría ser, sin llegar ni a uno ni a otro extremo, sino que en la efervescencia que rompe con el dualismo clásico de la nada y el ser.

Es una apuesta importante, porque trastoca con la idea de los principios que sostienen al mundo y la experiencia, al enunciar que el temido vértigo del abismo sin orden es todo lo que hay detrás de la materia.

______________________________________

Ya que enunciamos que la cercanía es el recordatorio de la imposibilidad; esto es porque recuerda que hay algo que no se puede encontrar. La cercanía es, a la vez, recordatorio de la distancia, y juega como oscilación entre el vacío de lo de afuera que se aproxima. En la cercanía del sujeto se produce ese momento de catarsis, de desborde, de rompimiento de sí mismo, en el intervalo, la interrupción de la percepción en la oscilación. Ya no aparecen relatos fijos, inamovibles, no hay un principio ni un final, en el cual el sujeto pueda anclarse con seguridad y perpetuidad. Se sabe en un anclaje de la imagen que está siempre a punto de des-aparecer, en un anclaje inacabado y temporal. El sujeto nada puede abordar del afuera pese a su infinita cercanía que es a la vez infinito alejamiento, nada más allá de la imagen que se sostiene en la desaparición. La esencialidad de la materia determinada como un en sí es un discurso que el autor no aplica, y es por eso el desborde del individuo al estar sin coordenadas.

Es en ese momento del abismo sin coordenadas, en que la corporalidad se encuentra expuesta. Esa intemperie de la ausencia en donde la cosa no es ni es, en donde es pura potencia, sin llegar a desaparecer por completo, pero sin consagrarse bajo una unidad de sentido bajo un concepto o una forma. La oscilación pura en la dualidad de la materia, jugando con la dualidad de la proximidad y la distancia. Frente a este escenario, el sujeto pierde su condición tradicional de racionalidad y estoicismo, de enfrentarse a un mundo bajo criterios ordenados por leyes universales y por representaciones, porque ya no hay núcleo, ni hay subjetividad que pueda abordar-se en el desborde.
Ese momento de la exposición tiene también la dualidad de ser dolor/fascinación, de ser subordinado/posibilitado del sentido a causa de la potencia de un cuerpo sin anclaje que, pese a no poder nada en la experiencia, algo puede en el plano de la potencia. La imagen viene a ser el prisma, el tamiz, la transparencia activa que presenta lo impresentable y lo vuelve tolerable. Nos acerca al desborde bajo un límite de encuadre, bajo un corte, una captura.

 “Cerco endeble, que no nos mantiene tanto a distancia de las cosas, como nos preserva de la presión ciega de esta distancia. Por ella, disponemos de esta distancia. Por lo que hay de inflexible en un reflejo, nos creemos dueños de la ausencia convertida en intervalo y el mismo vacío compacto parece abrirse al esplendor radiante de otra luz. Así, la imagen cumple una de sus funciones, la de apaciguar, la de humanizar la informe nada que impulsa hacia nosotros el residuo del ser que no se puede eliminar”
1

La imagen como cerco con el afuera vacío es tanto resguardo como exposición a lo que ésta muestra y que captura no sólo el concepto y la forma de la materia para subordinarla, sino que captura también la mirada extraviada. Ahora, lo que la imagen opera es el cerco entre la proximidad y la ausencia, siendo la transparencia que pone en tensión y en reflejo ambos movimientos, ambas potencias, que no son contradictorias entre sí ni fuerzas que se repelen. Se disuelven la una en la otra, lo ausente siempre está próximo y lo próximo es a la vez distancia.
Ahora bien, aparece también el concepto de semejanza y de disimulación en el autor, para expresar que el primero, la semejanza, se produce al estar en presencia con la imagen en la interrupción del intervalo, pero en su captura, aparece la materia, sin estar ésta subordinada al concepto, ni al sentido que de manera inmediata le damos a las cosas. Materia sin estar bajo una codificación empírica, ni ser parte del entramado sintético de sentido, sin las asociaciones inmediatas que hacemos inconscientemente en nuestro afán insaciado por dar orden a la materia y a sus representaciones, plagadas de prenociones, simbolismos y simulaciones. Un montón de trozos de madera como si fueran un muelle, altas estructuras que se levantan como si fueran torres de control. Materia por la materia, sin una finalidad, eso es lo que aparece en el intervalo el cerco de la imagen en su movimiento de doble límite.

En esta interacción inconsciente se dan de manera simultánea y amalgamada dos momentos: uno de falta de sentido y otro de potencialidad(es) del sentido. Ambos momentos juegan entre sí, dentro de ese cuerpo insaciado en oscilación, y excedido por la carencia. No hay un sentido como tal, ni una dirección única, y esa es la denominada ambigüedad originaria entre el ser y la nada, que constituye y destituye nuestro habitar y el cómo nos anclamos ante el cerco límite de la imagen.

Como podemos ver, el autor está constantemente configurando una presentación filosófica de una nueva lectura de las representaciones como semejanza, desde un lugar en el que las claves son constantemente los juegos, los movimientos, las oscilaciones, que no son pensadas desde un binarismo entre lo uno y lo otro, sino que cada elemento se constituye desde su ausencia y su posibilidad, siendo la cercanía distancia, la ausencia proximidad, el límite resguardo y exposición, y así… y cada uno de estos elementos son ramificaciones que se suceden simultáneamente para poder entregar a cabalidad la propuesta que subvierte todo el pensamiento filosófico tradicional occidental al clamar que, más que anclaje, lo que hay es una ambigüedad originaria que deviene en otras ambigüedades que, sin tener de sustrato la contradicción, se conforma de elementos que se efervescen los unos a los otros y se disuelven en el abismo del exceso de la ausencia de representaciones.

 

Bibliografía

1 Blanchot, M (2002) El espacio literario. Editora nacional. (p. 225)

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Desafíos filosófico-educativos ante la feminización del sistema penitenciario: Perspectivas críticas ante las políticas securitarias y la criminalización de las crianzas en Chile

  Resumen: El proyecto de memoria pretende ser una continuidad y profundización de la tesina, que tenía como objetivo el estudio filosófico de la relación entre roles e imaginarios de la mujer en el proceso de feminización del sistema penitenciario. Ahora, el enfoque incluirá una indagación filosófica sobre las repercusiones en las relaciones de crianza que se dan en las unidades materno-parentales de los centros de detención penal en Chile. La pertinencia disciplinaria (filosófico-pedagógica) de esto radica en la urgencia de conceptualizar y construir herramientas teórico-prácticas enfocadas en esta actualización/transformación del sistema carcelario y en las tecnologías sexo-género que operan tanto en las políticas securitarias como en el propio sistema carcelario. La necesidad filosófica de estudiar esto es poder comprender distintos escenarios de vulneración que se dan como resultado de contextos precarizados, e interpretar cómo las medidas institucionales profundizan dicha precar

Reflexiones sobre un quehacer pedagógico comunizador

   Reflexiones sobre un quehacer pedagógico comunizador Introducción Dentro de las perspectivas más tradicionales y clásicas de los procesos de enseñanza-aprendizaje, se considera que el rol docente es fundamental dentro de dicha dinámica, ya que es una especie de autoridad que tiene el poder –el poder de enseñar lo aprendido al “alumno”, que es una figura que tiene que ser encaminada e iluminada por esta autoridad. “Si hacemos una observación etimológica, descubrimos que una palabra tan cotidiana, como es la palabra alumno, significa “sin luz” o “carente de luz”, y desde ahí ya podemos considerar el lugar pasivo que tienen lxs estudiantes cuando son consideradxs desde esa dimensión en la que hay “algo vacío” o “vaciado” en ellxs, que el docente tiene el quehacer de llenar, de una forma dirigida y manipulada. Gracias a la problematización de esto, y la problematización misma del rol que cumplen los docentes por la reproducción de un espacio jerarquizado y autoritario, que son caracte

Juguetes compartidos: la potencia de la incertidumbre en la construcción de espacios desde la cooperación y la autogestión

Juguetes compartidos: la potencia de la incertidumbre en la construcción de espacios desde la cooperación y la autogestión   INTRODUCCIÓN: El presente ensayo, entonces, pretende hacer una sistematización filosófico-pedagógica de la experiencia de los talleres de verano e invierno del año 2019 en la Biblioteca Popular Libre con Libros, ubicada en la población Los Copihues (ex población Unidad Popular). Dicho espacio se ha estado organizando por años dentro del territorio que colinda entre La Florida y Macul, con la finalidad de poder brindar un espacio de encuentro mediante el estudio y las dinámicas emancipatorias en el territorio - que ha sido históricamente terreno de organización política, de represión, y de instalación de políticas securitarias a causa de los contextos precarizados y los delitos de clase . Este espacio opera sin intervención municipal, empresarial o de partidos, entre vecines del mismo sector y otras individualidades que establecen talleres gratuitos para